sábado, 31 de julio de 2010

Las primeras inversiones

Aquí os muestro las primeras inversiones en la casa. La cocina, lo único en lo que me he gastado dinero por el momento, creo que ha merecido la pena...








Y otras más modestas, pero que, al final, consiguen el mismo resultado. Ahí esta la entrada de la casa, con el libro de invitados (Guest Book) incluido, como en los hoteles. La segunda foto muestra el primer mueble del IKEA que he sido capaz de montar (con un poco de ayuda).






Y ahora empiezan las pre-inauguraciones de la casa. Visita de la familia, los primeros amigos... Hasta que llegue la 'Semana por la Independencia', la verdadera fiesta de inauguración.

jueves, 29 de julio de 2010

De Punki a Señor por un anillo: Cap.IV


Link capítulos anteriores:

http://estudiodelaemancipacion.blogspot.com/2010/07/de-punki-senor-capitulo-i.html

http://estudiodelaemancipacion.blogspot.com/2010/07/de-punki-senor-por-un-anillo-capii.html

http://estudiodelaemancipacion.blogspot.com/2010/07/de-punki-senor-por-un-anillo-capiii.html


Baja Edad Media

Harto como estaba de compartir piso con gente raruna, me puse a buscar algo para mi solo… bueno, no sólo para mi. Poco antes de largarme de mi maravilloso piso compartido, empecé a salir con la que es mi pareja y la cosa tenía visos de durar, por lo que la casa no podría valer con satisfacer únicamente mis gustos, sino que habría de tener en cuenta los de ella, pensando en un hipotético futuro juntos. Entre los descartes, quedaron pisos de 18 metros con cama en altillo por 350 euros en la zona del Rastro o una boardilla de 20 metros sin cocina en Chueca, por 500. No fue muy dura la búsqueda, la verdad. En poco más de 15 días encontré el piso que sería mi siguiente morada por otro año.

El piso en cuestión, no llegaba a los estándares óptimos del PSOE. Un primer piso todo interior de 23 metros. La casa tenía un maravilloso recibidor-salón-comedor- cuarto de estar-cuarto de invitados-tendedero, una habitación chiquitita con una cama más pequeña aún (ahora que lo pienso, esto es lo más lógico, pues lo contrario hubiese sido considerado todo un atentado contra las leyes que rigen el mundo físico, tal como lo conocemos) en la que aprendí a dormir de lado a base de ensayo y error (cada error suponía que mi pareja acabase en el suelo y yo con una bronca), una cocina anormalmente grande para esa casa y un baño con duchadero (que como todo el mundo sabe, es la mezcla de un plato de ducha ínfimo con un water casi metido en ésta).

De esta casa, aprendí la convivencia vecinal, tanto la buena, como la mala. La buena la representaban dos parejas de jóvenes y jóvenas que vivían en el bloque. Una de las manías que tengo es la de escuchar música a toda ostia para ponerme las pilas a la hora de hacer cualquier cosa. No pasaron ni dos semanas cuando un día que estaba limpiando (sí, en serio) escuchando Kortatu a todo volumen llamaron a la puerta. Era la pareja que vivía en la puerta contigua a la mía. Querían presentarse y decirme que si algún día me apetecía pasarme por su casa y cenar o fumarnos unos canutos, estaba invitado. También me hablaron de una pareja de punkis que vivían en el segundo con los que se llevaban de puta madre… Siempre me quedó la espinita clavada de no llegar a pasarme a cenar, pero con el horario de 4 a 12 y el curro en el Mago, el poco tiempo que pasaba en la casa era para dormir y poco más. De todas formas, nos solíamos encontrar en las escaleras o incluso en las fiestas del PCE donde estuvimos compartiendo unos katxis de buen rollo.

La mala faceta de la vida vecinal la representan los vecinos, hijosputas, tontosdeloscojones, ineptos y anormales como el que me tocó a mí. El edificio estaba en bastantes malas condiciones: humedades, olores, cucarachas y, poco tardaría en descubrirlo, vigas podridas. Un día, mientras estaba haciendo la comida, esuché un repiquetéo de agua en el baño. Al asomarme, pude ver una preciosa gotera encestando en el water. Acto seguido, subí al segundo para decirle a mi vecino que cerrase el grifo que fuese, pues me estaba llegando el agua, cosa que hizo en el momento. Quedamos en llamar a nuestros respectivos caseros para que arreglasen la gotera y que la cosa no fuese a mayores. Yo lo hice. Días más tarde se personó un empleado de la empresa aseguradora para ver dónde y cómo estaba la gotera, apuntó las cosas en una hoja que firmó y me dió y no volví a saber más.

Pude ver como el goteo de gotas de la gotera cesó, aunque por lo bajini y sin que yo lo escuchase susurró: “Volvereeeeeeeeee”. Un mes después, la gotera volvió (como prometió sin que yo me enterase) y vino con colegas y es que la gotera ya no era gotera si no chorrera. Inmediatamente, subí a comunicarle a mi vecino que ya me había duchado por la mañana, por lo que podía cerrar el grifo. Él, muy amablemente, me comento que se la sudaba muchísimo lo que me pasase; todavía más amablemente, si cabe, le indique que habría de insistir a su casero a fin de que no terminásemos compartiendo un bonito e insalubre dúplex; En el súmmum de la corrección y el buen talante, el procedió a cerrarme la puerta en las narices. A partir de aquí, todas las noches se produjo la misma historia hasta que…

Un día al llegar del curro, me hice la cena, me fui al recibidor-salón-comedor- cuarto de estar-cuarto de invitados-tendedero y me vi varios capítulos de Los Caballeros del Zodiaco mientras cenaba. Al rato, por las cosas de la excreción humana, me entraron ganas de miccionar, por lo que, resuelto, me dispuse a entrar en el baño para depositar pipi en la taza. Imaginad mi sorpresa al encontrar tierra en el suelo de la cocina (por la que se accedía al baño) y cascotes en la taza del water… y cuando digo cascotes, me refiero a piedros del tamaño de gatos medianos o una teta de Sabrina. Por última vez, procedí a subir y charlar alegremente con mi vecino (a las 3 de la mañana). Cuando abrió la puerta, el mosquéo inicial que llevaba al imaginarse quien era, se le paso al verme con la cresta, las botas y una piedra muy molona. Le dije que esperaba que no fuese muy celoso con su mujer, pues a partir de ese día, podría verla mear. Bajé de nuevo a mi casa, meé, y pedí asilo en casa de mamá.

Al día siguiente, llamé a mi casera para cagarme en sus muertos y pedirle amablemente todo mi dinero.


CONTINUARÁ...

martes, 27 de julio de 2010

La crisis y la vivienda

Es hora de abrir una nueva sección para tratar temas más económicos que afectan de lleno al tema de la vivienda. Estoy moviendo hilos para que algún amigo economista o aficionado a esos temas se ofrezca para explicarnos de forma "sencilla" lo que supone alguno de los términos económicos básicos que cualquier joven emancipado debería conocer. De momento, mientras que siguen las gestiones, iré subiendo algunas noticias de interés.


Presidente del Consejo de la Juventud de España (CJE)

'Un joven español emancipado debe destinar el 70% de su sueldo a la vivienda'

Ricardo Ibarra: 'Las tasas son de las peores de Europa en este terreno'

El 60% de los españoles menores de 35 años aún habita en el hogar familiar

Servimedia Madrid
lunes 26/07/2010


El nuevo presidente del Consejo de la Juventud de España (CJE), Ricardo Ibarra, ha estrenado su cargo recordado las dificultades que tienen los jóvenes españoles para acceder a la vivienda. "Un joven emancipado debe destinar el 70% de su sueldo a la vivienda", ha lamentado Ibarra. Ante esta situación, ha apostado por seguir trabajando en las líneas tradicionales del consejo: educación, diversidad, empleo y emancipación, para superar "las tasas tan tristes en este terreno, que son de las peores de Europa".

En otro orden de cosas, el directivo ha recordado que el 60% de los menores de 35 años todavía habita en el hogar familiar. Además, Ibarra ha destacado las elevadas tasas de temporalidad y desempleo en el colectivo.

En su opinión, "estas cifras son insostenibles" y demuestran que "la juventud vive en una crisis permanente" y que "venimos de una crisis previa, pues los índices de desempleo y de no emancipación eran y siguen siendo altísimos". Por ello, ha reclamado al Gobierno y a las administraciones públicas "políticas que tengan en cuenta a la juventud", para corregir estos problemas, que, a su juicio, "son estructurales y no coyunturales".

Con todo, ha anunciado que "vamos abrir un proceso de participación interno y externo", para conocer las opiniones de las entidades asociadas al CJE y de los jóvenes en general, ya que "si queremos defender a los jóvenes de nuestro país es importante tener en cuenta su opinión".

Según Ibarra, el asociacionismo y la participación no son menores ahora entre la juventud que hace unos años, "pero los modelos han cambiado", advirtió. "Si pensamos en los años 80, claro que hay menor participación", ha proseguido, "aunque si atendemos a las redes sociales veremos que los jóvenes sí se mueven y se implican". "Aquellos son ya modelos anticuados y hay que adaptarse a los tiempos", ha declarado. Respecto a la política, el nuevo presidente ha apuntado que "es un círculo vicioso, pues los jóvenes no se sienten escuchados y consecuentemente no participan", por lo que el nuevo equipo trabajará para que "toda la gente con ganas de aportar propuestas pueda hacer llegar sus ideas".

lunes, 26 de julio de 2010

De Punki a Señor por un anillo: Cap.III


Link capítulos anteriores:


http://estudiodelaemancipacion.blogspot.com/2010/07/de-punki-senor-capitulo-i.html

http://estudiodelaemancipacion.blogspot.com/2010/07/de-punki-senor-por-un-anillo-capii.html

Edad Media

En aquel tiempo vivir me era facilísimo: mogollón de pasta entre el curro de comercial, lo que sacaba del bar en el que trabajaba, el ‘Mago’, y lo que sacaba de la caja del ‘Mago’. Un alquiler de mierda (230 euros más gastos) y amigos camareros en todos los bares que me gustaban de Malasaña. No supe qué era eso que decía la gente de no poder emanciparse, ni eso de lo difícil que era encontrar casa… todo demasiado fácil. Obviamente, era una trampa. Así como la chica por la que conocí la casa era wiccana, también lo era el otro chico que vivía en ella. Ojalá hubiese sido lo único raro que tenía…

Para mí, lo de emanciparse, significaba fiestas, cachondeo y más fiestas. Claro que yo no contaba con que al estar la casa en Carabanchel, a 10 minutos del metro, a lo mejor tiraba para atrás a la gente a la hora de venirse. Pero bueno, seguía teniendo mi libertad para hacer lo mismo que ya hacía en casa de mi vieja (nunca le importó que golpease con el cabecero en su pared), sólo que ahora con comida china y telepi 4 o 5 veces por semana.

Fue aquí donde entré en contacto con ese lado de vida basura que muchos tienen al largarse de casa. Se sumaba la pereza absoluta por hacer nada con las ingentes cantidades de publicidad de restaurantes chinos de la zona, con la pasta gansa que llenaba mis bolsillos y con ninguna voz detrás de la oreja que me gritase: INFARTO DE MIOCARDIO!!!!

También gracias a esta casa conocí Ikea (o los juguetes de los huevos kinder de los mayores) junto a los perritos a 60 céntimos (mirar párrafo de arriba sobre lo de la voz detrás de la oreja) y compré mis primeros muebles que fueron un escritorio para poner cosas encima (nada de estudiar o trabajar) y unas taquillas para meter más cosas.

Conocí el miedo a la cocina cuando se me olvidó una sartén llena de aceite en la vitrocerámica (no sabía apagarla) y todo el aceite empezó a arder, cosa que me hubiese venido de lujo si alguien hubiese intentado capturar mi fortaleza, pero que en ese momento sólo sirvió para que hiciese lo que nunca ha de hacerse cuando arde algo en una sartén: echar agua. No sé de qué forma lo hice pero conseguí llevar la sartén por el mango mientras me escupía unas llamacas que ni los tunning de Valencia, hasta la bañera donde arrojé todo el contenido… craso error: ahora tenía un recipiente mucho más grande con llamas todavía más grandes. Para mejorar la situación, no se me ocurrió otra cosa que coger el auricular de la ducha y empapar todo… llamacas, llamacas, LLAMACAS, LLAMACAS TOCANDO EL TECHO… En mi vida anterior debí de ser budista o algo muy bueno, porque no pasó nada (al margen de una bañera más resbalosa de lo común durante las siguientes semanas).

Como en toda casa o piso compartido impusimos unas jornadas de limpieza y unos turnos que, como en toda casa o piso compartido, pasaron al olvido en menos de un mes. Aunque me he comido pepinillos sacados de un cenicero (con todo lo que odio el pepinillo) y he bebido de vasos encontrados en el suelo en callejones donde la gente suele mear, hay cosas que me sobrepasan, no puedo estar a pocos centímetros de los desechos orgánicos de gente que no sea yo. Por ello, en el entente que mantuvimos para organizar las tareas me asigné la cocina de forma perenne, cocinase yo o no, con tal de no tener que limpiar ninguna otra parte de la casa.

Como he comentado, trabajaba de comercial, y uno de los meses, me regalaron un viaje para dos personas durante 8 días que fue seguido de cerca por un viaje de tres días a Almonacid de la Sierra (sólo diré que el menú del restaurante del pueblo son 23 platos). A la vuelta, pude comprobar que la cocina tenía más mierda que el palo de un churrero, momento que aproveche para comunicar que como no había estado ensuciando el baño durante esos días, tampoco habría de limpiar la cocina hasta que esta volviese al estadio previo a mi marcha.

En dos meses, la casa olía desde la escalera. Platos, vasos, cacerolas, cubiertos, palillos chinos, bolsas de basura, basura sin bolsa, basura con carreras terminadas y un pozo de con brea que parecía el hermano pequeño de ‘Venom’ al que mi compañero de piso llamaba freidora. No hace falta que diga que no volví a limpiar en aquella casa… (¡benditos platos de plástico!).






Dice la gente: ¿Qué sería de compartir piso sin el típico compañero rarito?. Pues una mierda!. Yo tenía friker para dar y tomar. Guarro como él solo, wiccano (lo que implica lo de poder llegar a verle en pelotas con cuchillos enormes en las manos), usuario convencido de tangas (una noche, un tal Ayllón tuvo la suerte de dormir en su cama [él no estaba] y cuando se levantó todo contento a la mañana siguiente diciendo que había mogollón de tangas por la almohada, se tuvo que pasar lejía al enterarse de que eran de aqueste jovenzuelo), camisetas de rejilla, lentillas de gato y colmillos falsos fuera de la carnavalesca índole festiva.

Este periplo duró menos de un año, pero fue intenso, intenso intenso..,

(Nótese la camiseta de rejilla)
CONTINUARÁ!

domingo, 25 de julio de 2010

Receta nº1: Tortilla de patatas


Es evidente que un blog como éste sin una sección de 'Cocina' es ridículo. Por ello, con este post, vamos a dar por inaugurado elnuevo apartado, en el que esperemos que lleguen muchas colaboraciones porque, sin lugar a dudas, va a ser una fuente de información muy útil para poder sobrevivir más allá de los 'tuppers'. La primera receta va a ser una tortilla de patatas. Parece sencillo, pero tiene su misterio y, aunque aprendí ayer a hacerlas, creo que ya estoy preparado para clasificarla dentro de este álbum de recetas virtual.

El día en que mi hermano pequeño me enseño a hacer una tortilla de patatas

Mi hermano, al que saco más de cinco años, me enseño ayer a hacer una tortilla de patatas... Suena triste, pero es así. Nunca he pasado de hacer un huevo frito o un filete (sin especias ni tonterías de esas) y ahora, que voy a tener que sobrevivir con algo más que los 'tuppers', he decidido ir poniéndome las pilas. Voy a estrenar yo esta sección, aunque espero que me sirva también para aprender de otras muchas colaboraciones.

Hasta ayer creía que la historia esa de que llorabas cuando pelabas una cebolla era mentira, una broma, como lo de los Reyes Magos. Pero resulta que es verdad. Creo que ese ha sido el momento de mi iniciación, un punto de inflexión...

Procedo a comentar la receta y doy por inaugurada la sección. Espero propuestas de nuevos platos fáciles de preparar y baratos, para que acabemos siendo todos unos expertos chefs.

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RECETA Nº1: TORTILLA DE PATATAS, de S.Alonso

INGREDIENTES:

- 700 gramos de patatas.
- Media cebolla.

ELABORACIÓN:

- Paso 1: Hay que cortar las patatas, muy finitas. Olvidaos de hacerlo a cuchillo, hay unas tablas con una cuchilla en medio sobre las que pasas las patatas peladas y te las deja en una tiras perfectas como para cocinarlas. Ahorraréis tiempo y algún que otro dedo. Además, tendréis que picar la media cebolla.



- Paso 2: Coger una sarten grande y llenarla con un dedo de aceite. Vertir las patatas y la cebolla e ir moviéndolo hasta que se dore. La mejor forma de hacerlo es siguiendo las agujas del reloj para que quede hecho todo por igual. Tendrá que estar unos 25 minutos aproximadamente. Paciencia. Utilizar una potencia alta en los fuegos, pero no la máxima. Se debe ir titurando todo hasta que quede como una especie de pasta y tened cuidado para que no se pegue. Echad también un poco de sal!



- Paso 3: Mientras tanto hay que batir 5 huevos en un cuenco. Cuando ya estén doradas las patatas y la cebolla se espachurra contra la sarten para quitar el aceite y se junta con el huevo batido. Ahí lo dejaremos reposar 5 minutos hasta que se empape bien.



- Paso 4: Ahora hay que coger una sartén pequeña, del tamaño del que quedará la tortilla. En mi caso, y con los ingredientes que he indicado, tuve que usar una que tiene unos 20 centímetros de diámetro. Se vierte todo junto y se va arrastrando la comida de los bordes hacia el centro de la sartén. De esta forma, veremos cuando se hace la parte de abajo (fijándose en los bordes) y sabremos cuándo está lista para darle la vuelta. Cuando llegue ese momento, hay que coger un plato liso y ayudarte con él para darle la vuelta. Una vez que lo hayas hecho, no dejes mucho tiempo la tortilla en la sarten porque puede quedarte dura (no más de un minuto si os gusta 'suelta') y ya tendréis una tortilla de patata de categoría lista.




RESULTADO FINAL:


sábado, 24 de julio de 2010

De Punki a Señor por un anillo: Cap.II


Bueno, como Alonso (Sergio, como le llaman algunos) es muy perro y no le apetece estar escribiendo cosas todas las semanas en el blog, me ofrecí para contar las emancipaciones que, por suerte o por desgracia, me ha tocado vivir. Así, a modo de las edades del hombre, partimos de la prehistoria.

Prehistoria

Si bien es cierto que, por aquel entonces, yo tenía mis trastos y mi ropa apolillada en casa de mi madre, no se puede decir que durmiese mucho allí. Entre el ‘Dosde’ y la casa del Marqués de Aubarede, pocas veces veía mi cama, y cuando lo hacía, no era antes de las 4 o 5 de la mañana.

Yo trabajaba de comercial de 4 a 12 de la noche, ni estudiaba ni tenía otra cosa que hacer durante el resto del día, por lo que empecé a pillarle el gusto a las noches y a despertarme con la hora justa para comer cualquier guarrería antes de largarme al curro oliendo a vinacho. Vivía por el metro de Bilbao, a escasos tres minutos de la plaza y de la casa de este energúmeno, por lo que los días que no tenía a nadie con quien tomarme unos tragos por Malasaña, me iba a su casa a pasar las horas. Poco me importaba que al día siguiente éste tuviese que currar (ni a él tampoco), así como a sus compañeros de piso (en aquellos tiempos, todavía había quien se creía lo de punki).

Como él bien contó en la entrevista: http://estudiodelaemancipacion.blogspot.com/2010/06/demente-independiente-rodman.html Me pasaba las horas muertas jugando a una recopilación para ordenador de juegos de Neo-Geo con una botella de dos litros de kali, sentado en el borde de su cama, mientras él dormía lo justo para no caerse delante del ordenador al día siguiente en el curro.

A parte del cachondeo de los horarios, estaba lo de las fiestas o reuniones sociales en las que el armario del vino (coge un armario cualquiera, llénalo de tetrabricks de vino hasta arriba et… voilá!) salía esquilmado siempre. Días y días jugando a un okalimotxo que me curré en un tablero de madera de tamaño DINA 2 (fue donde se nos ocurrió, de pedo a las 2 o 3 de la mañana, ir al Ramiro y hacer las pintadas de “I want you for Ramiro Herria Army”) y también fue en su casa donde por fin saqué pelotas para plantarme la primera cresta que me hice, cortando la bella melena que tenía.

Lo tenía decidido, tenía que largarme de casa, sólo faltaba saber qué casa y con quién, pues aunque no cobraba mal, tendría que seguir pasando pasta en casa. Pero eso corresponde a otra edad.


Edad antigua

Como decía, fue gracias al Marqués, que me entró el gusanillo de largarme de casa, pero todavía me quedaba todo lo demás, tenía que encontrar un sitio, pelas, gente… TODO.

Por esas fechas empecé a trabajar en un infecto reducto de borrachos y malagentes de toda índole que había en Malasaña y fue gracias a este curro, que conocí a una chiquilla con la que estuve manteniendo una serie de transacciones de carácter personal.

Esta chiquilla es wiccana (no tiene nada que ver con la wikipedia, echad un ojo para que esta historieta adquiera más fuerza):

http://es.wikipedia.org/wiki/Wicca

Esto significa que, para ella, es normal ver a gente desnuda con cuchillos alrededor de un caldero.
Una noche se dio la oportunidad de ir a la casa en la que vivía con un@s amig@s. Yo iba un poco morapio pero más salido que un bonobo y no veía el momento de meterme en trámites con ellas (bueno, tampoco veía mis zapatos o lo que estuviese más allá de 3 metros…). Cuando abrió la puerta de la casa, vimos que había una luz bastante tenue, como de velas y que las puertas de cristal del salón estaban cerradas. Lo que voy a contar a continuación sucedió tal cual:

1º Abrimos la puerta
2º Alguien grita: “El círculo! El círculo! No entres! Está abierto!” (!?)
3º Me asomo, y el pedo se me pasa por completo al ver a dos tías en pelotas, otro tío vestido de cintura para abajo (lo de vestido de cintura para abajo, creo que fue un mecanismo de mi mente por esquivar la completa insania mental) con un cuchillazo en la mano, los tres alrededor de un caldero y rodeados de velas (!!??)
4º Pilila modo Off
5º Salimos del salón y esperamos como 10 minutos mientras recitaban no se qué cosa mientras mi compañera me comenta que están celebrando no se qué conjuro.
6º Nos dan permiso para entrar en el salón y así conocernos tod@s
7º Media hora de incómoda conversación.
8º Mi pareja comenta que está como loca por pillar la cama, me pilla del brazo y me arrastra.

Esa noche tuve una agradable conversación con la chiquilla en cuestión, pues mi banco había cerrado.

No sé si fue a raíz de aquello, pero al poco, esta chica dejó la casa, quedando una habitación libre que, por el tema de que ya conocía la cama y eso, acabó siendo mi morada.


CONTINUARÁ!

viernes, 23 de julio de 2010

De Punki a Señor por un anillo: Cap. I


En esta historia un anillo lo arregla todo, como en la película de Peter Jackson. Sin él, el protagonista estaría perdido, sumido en las tinieblas de bares mágicos donde los vasos explotan contra las paredes y las cervezas desaparecen en un abrir y cerrar de ojos. Tuvo que superar tentaciones, un largo camino malviviendo en chozas que se le caían encima. En este tiempo, lidió con dragones y gnomos en Amsterdam y algún que otro orco que tiene por colega, hasta que consiguió su 'tesooooro' que no es otro que el anillo de la boda. Hoy, tatuado en el dedo, le recuerda que es un afortunado, aunque la suerte hay que buscarla y este Punki (también llamado Raúl), que hoy ya es casi un señor sin tener que renunciar a sus botas, se ha convertido en un buen modelo para alguno de sus amigos.



Los hobbit y su hijo en adopción en uno de sus hogares

La idea la deja clara una y otra vez: "¡Niños, dejad de estudiar!". No suena a consejo paternal con el que afrontar la vida, pero deja clara una filosofía en la que la propia vida se antepone al trabajo y a las complicaciones. El trabajo está para vivir y no al contrario, a no ser que tu profesión se haya convertido en tu pasión. En cualquier caso, muchos de los estudiantes que pasan años encerrados en las bibliotecas para dar con un trabajo que simplemente les llene los bolsillos, no tendrán un piso de 134 metros cuadrados en el centro de Madrid. Dicen que todos los tontos tienen suerte, pero el cabrón éste de tonto no tiene un pelo (y no será por pelo). Por si alguien no lo ha pillado, se acaba de comprar un pedazo de piso en el medio de Madrid con su querida esposa.


Ahí tenéis el pisito, unas cuantas habitaciones tiene la pareja...

Hace cerca de un año se nos casaba con Paula y ahora que tiene el futuro tan bien montado, toca echar la vista atrás. Este personaje, que ya ha colaborado con sus viñetas en Paint para el blog, se ha prestado a contar la historia de sus emancipaciones. Tienen miga, por lo que hay hasta 5 o 6 capítulos que empezarán mañana y se irán añadiendo, uno a uno, cuando no me apetezca escribir. Tengo que decir que me he partido de risa y que la historia va claramente de menos a más. El cabrón no pone una tilde y pocas comas, pero me encargaré de que sea legible porque merece mucho, mucho, la pena.

Y aprovecho, ya que estamos con parodias del Señor de los Anillos, a poner una que me resultó realmente graciosa.

http://www.youtube.com/watch?v=ICWM6tQVxFs

Mañana el primer capítulo, estad atentos.



jueves, 22 de julio de 2010

El invitado de julio


Este es un apartado especial, pero no hagáis mucho caso del 'título' porque bien puede ser invitado que invitados, como semana en lugar de mes. En cualquier caso, creo que es importante premiar este galardón tan importante... Aún está por decidir si este obsequio se beberá, se comerá o acabará perdido en algún cajón.

Este ha sido un mes muy importante para mí y muy poca gente ha visitado la casa. Está claro que mis padres deberían ser los invitados del mes, pero se les va a excluir de la candidatura porque aún están ayudando a pagar el piso y ésto puede oler a 'tongo'. También serían merecidos ganadores todos los que me ayudaron con la mudanza, porque son muchos años los que me llevan aguantando y seguro que van a pasar mucho tiempo entre esas paredes.

Pero este primer premio va a ser compartido entre los dos primer@s amig@s que han pisado la casa (una con derecho a roce y otro que no, gracias a dios): Otto y Alicia.

En los grandes premios no se necesita explicar las decisiones (véase los 'Oscars'), por lo que el 'Premio al Invitado del Mes' no va a ser menos. Las cosas claras y el chocolate para fumar.


martes, 20 de julio de 2010

Tres meses de independencia: De Pinto a Vallekas, por Santi Escribano

Ahora que el blog lleva más de un mes funcionando, se va pareciendo a lo que anunciaba el día de su estreno: un espacio en el que muchos amigos independizados (o en vías de emanciparse) colaboren para que, con el tiempo, este espacio pase a ser un contenedor de consejos, anécdotas y risas. Por ello, también he añadido una pestaña de 'buscador', para bucear por el blog en busca de información útil o eventos pasados que apetezca recordar. Sin más, subo la colaboración de Santi, otro amigo más que pruba la experiencia de vivir sólo. Tres meses después de dar el paso comparte la experiencia.

TRES MESES DE INDEPENDENCIA: De Pinto a Vallekas.


El 14 de abril, día de la república, es desde este 2010 también el día de la independencia. De la mía, claro. No fue buscado, sino cosa de la tienda de muebles donde compré la cama que me la traían ese día. Pero en Vallekas, con “K” que mola más, el “distrito rojo” de Madrid por antonomasia, no podía caer otro día.

Así pues, este 14 de julio hice tres meses de ente independiente, aunque asociado libremente con mis padres que han sido imprescindibles para, sobre todo, amueblar la casa, tanto con el apoyo logístico para traer los muebles (entre Ikea y muebles viejos de la familia que se encuentran en buen estado y donaciones de amigos) como para montarlos.

Tampoco me he gastado demasiado en amueblar, entre el reciclaje, las herencias familiares y las donaciones he ido tirando… pero hay dos cosas concretas en las que no he querido mirar “la pela”: la cama y la silla del ordenador. Porque al fin y al cabo son los sitios donde más horas paso cuando estoy en casa. Más en el ordenador, diría yo.


Me he pirado a vivir sólo, es algo que desde que me decidí a salir del nido tenía claro: no quería compartir con nadie. Ni con amigos para que dejen de serlo, ni jugármela a la lotería de los compañeros de piso desconocidos. La vida real no es “Friends”. La única opción que me parecería razonable sería ir con pareja, y yo de eso no gasto. En resumen: me voy para no depender de nadie ni soportar a nadie... que para eso mejor con mi familia que estamos acostumbrados ya. Por lo tanto, casita pequeña… y a pagar más.

Pero ojo, me iba solo… pero para mejorar mi vida social. Por lo tanto, en este planteamiento también tenía claro que el sofá cama era imprescindible porque más de una vez tocaría que los golfos de mis colegas se quedaran a vivir aquí después de cerrar los numerosísimos bares del barrio, aunque no hacía falta tampoco tirar la casa por la ventana. La gama baja de Ikea hace milagros. De momento ninguno se ha quejado de haber dormido incómodo.

Otra cosa que tenía clarísimo era que en casa debía tener internet. Tengo el grave problema de que estando en casa sin internet enseguida se me acaban las ideas de qué hacer. Afortunadamente para mi bolsillo, esto lo he resuelto con la conexión móvil del trabajo, que al ser tarifa plana puedo usarla también para mis cosas. Y qué hostias, a menudo me toca currar desde casa, así que problema solucionado.

Y la verdad es que estoy muy contento de cómo me estoy apañando. El tema comida era el que más me preocupaba y aunque tampoco es que tenga una dieta variadísima y creativa sí estoy logrando que no sea excesivamente básica. Y el tema limpieza… pues mira, está claro que esto no está como cuando en casa de mis padres todo aparecía mágicamente limpio, pero no me come la mierda. Eso sí, ¡cómo hecho de menos el lavavajillas! Sobre todo para los tuppers…



Por ahora esto es todo. Simplemente una introducción de cómo se ha dado este inicio de independencia. En próximas entregas, si el tiempo no lo impide y la autoridad, en este caso Alonso, lo permite, me detendré en aspectos más concretos, como los puñeteros tuppers, lo jodido que es calcular la cantidad de agua al hervir o cómo habré comprado pan sólo dos o tres veces desde que vivo aquí.

sábado, 17 de julio de 2010

VAGOS COMPARTEN PISO

En la entrada de hoy os presento un juego de mesa, cuanto menos, original. ‘Chez Geek’ o ‘Vagos comparten piso’ sigue el estilo de los clásicos juegos de rol pero en lugar de convertirte en un enano o un elfo, tomas de referencia a una persona mucho más cercana, un vago que ha decido ir a vivir con los amigos. Me han prestado el juego y aún no he podido organizar una partida. Por ello, aprovecho la ocasión para preparar un breve resumen de las instrucciones, que no tienen ningún desperdicio, y próximamente podremos ponerlo en práctica.

http://www.masqueoca.com/tienda/producto.asp?item=1347&tit=Chez%20Geek%20:%20Vagos%20Comparten%20Piso

“Tele, cerveza, un polvete furtivo… la noche del viernes ha llegado a tu lamentable piso alquilado. En este juego, tus amigos (hasta 5 personas) y tú os convertís en compañeros de piso, mientras os podáis soportar unos a otros”.


ADVERTENCIA: El resto del post es para frikis y para recordar las normas cuando juguemos y, aunque hay que reconocer que son graciosas, podéis llegar hasta aquí y decir: “¡Joder, que curioso, cómo mola!”. No se os tendrá en cuenta…

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PREPARACIÓN

Hay dos tipos de carta: Vida y Curro. Cada jugador (o compañero de piso) necesitará un espacio propio en la mesa para su cuarto, es decir, para las cartas de Actividades y Cosas y la Peña que ha venido de visita.

Cartas de Curro
Hay nueve de éstas; son moradas, por ambas caras. Cada Curro tiene tres números y una característica especial.

• Sueldo: indica la cantidad de dinero que puedes gastar en Compras y Actividades. Recibes tu Sueldo al principio de tu turno. No puedes ahorrar Sueldo de un turno para el siguiente; el Sueldo que no se gaste en Cosas o Actividades desaparece al final de tu turno.

• Tiempo Libre: indica el número de cosas que puedes hacer durante tu fase de Tiempo Libre.

• Meta de Vagueo: indica el número de puntos de Vagueo que necesitas para ganar la partida.

Tiempo Libre y Sueldo Variables: Algunas cartas de Curro tienen dos números (“2/3”, por ejemplo). Tira un dado cada turno, en tu fase de Tiradas, para determinar qué Sueldo o Tiempo Libre tienes ese turno. Con un resultado de 1, 2 ó 3, se usa el número más bajo. Con un resultado de 4, 5 ó 6, se usa el número más alto.

Cartas de Vida
Hay cuatro tipos de cartas de Vida: Persona (verde), Cosa (azul), Actividad (roja) y Cuando Sea (naranja). Si te quedas sin cartas de Vida durante una partida, baraja la pila de descartes y vuelve a usar las cartas.

Nota: No puedes regalar cartas ni cambiarlas con tus compañeros de piso, pero puedes mostrar tu mano a quien quieras y hacer cualquier trato relativo a cómo jugarás tus cartas. Los tratos no son vinculantes y te pueden dejar tirado en cualquier momento; la vida es dura en la gran ciudad.

Cómo se Juega

Se barajan los Curros y se reparte uno, boca arriba, a cada jugador. Después se barajan las cartas de Vida y se reparten cinco, boca abajo, a cada jugador. El jugador sentado a la izquierda de quien ha repartido las cartas es el primero en jugar. Los turnos de juego se dividen en cinco fases: Robo, Tiradas, Llamar a la Peña, Tiempo Libre, y Descarte.

1. Robo: Roba cartas del mazo de cartas de Vida hasta tener seis cartas en la mano (siete si tienes el Curro de Esclavo Corporativo). No deberías tener más cartas en tu mano en ningún momento del juego.

2. Tiradas: Varias cartas requieren que tires un dado al principio de cada turno, ya sea para determinar tu Sueldo o Tiempo Libre, o para deshacerte de una Persona. Esto se hace en la fase de Tiradas.

3. Llamar a la Peña: Las cartas de Persona representan a la gente que puede visitar el piso. Puedes llamar a tantas Personas como quieras, si tienes sus cartas en la mano. Hay dos tipos de carta de Persona: invitado (te dan puntos de Vagueo) y gorrón (tienen un Vagueo de 0 o menos, y también tienen otras características negativas). Los invitados deben ser Llamados (ver más adelante). Los gorrones se ponen en juego durante la fase de Llamar a la Peña, pero no tienes que Llamarlos. Así es la vida, a la gente que te cae bien tienes que llamarla, pero los capullos se presentan en tu piso por la cara.

Para jugar una carta de Persona, tienes que seguir este proceso:

a. Anuncias tu intención de invitar a una Persona a que venga al piso, y dejas la carta sobre la mesa. Entonces anuncias si la Persona viene a tu cuarto o al cuarto de otro jugador. Si la Persona no da puntos de Vagueo, juégala ahora.

b. Si la Persona da puntos de Vagueo, tira un dado. Con un resultado de 1 ó 2, esa Persona no estaba en casa cuando la Llamaste. Descarta esa carta.

c. Con un resultado de 3, 4, 5 ó 6, la Llamada tuvo éxito y esa Persona se queda en tu cuarto. Todos los efectos que tiene esa Persona sobre el juego tienen lugar ahora, incluida la concesión de puntos de Vagueo al propietario del cuarto en el que se jugó esa Persona.

d. Cuando consigues que un gorrón se vaya de tu cuarto (ver Echar a la Peña), determinas a qué cuarto va ahora.

e. Las cartas de Gato cuentan como cartas de Persona y también se juegan en esta fase. No hace falta realizar una tirada para ver si el Gato está en casa, así que sólo tienes que anunciarlo y ponerlo en tu cuarto.

4. Tiempo Libre: Durante esta fase, puedes gastar tu Tiempo Libre en Compras o en Actividades. Siempre debes anunciar cómo vas a emplear tu Tiempo Libre. Intenta que suene como si fuese lo más importante de la vida; haz que tus compañeros de piso te envidien (“¡Ehhh! ¡Qué tatuaje más chulo!”). Debes tener la carta de la Cosa que quieres comprar o de la Actividad que quieres realizar.

a. Compras: Debes anunciar que vas de Compras. Si alguien cancela tu salida de Compras, todas las cartas de Cosas que jugaste vuelven a tu mano (ver Cancelar, más adelante). Si aún te queda Tiempo Libre y Sueldo, puedes volver a ir de Compras.

b. Actividades: Algunas Actividades tienen un Coste. Debes anunciar la Actividad que quieres realizar al jugar la carta de Actividad. Si nadie juega una carta para evitarlo, pones la carta en tu cuarto y ganas los puntos de Vagueo pertinentes. Algunas Actividades valen una cantidad variable de puntos de Vagueo, que se determina con una tirada de dado.

5. Descarte: Si tienes más de cinco cartas, debes descartarte. Puedes descartarte hasta quedarte con una sola carta. Esta regla sólo se aplica a la fase de Descarte. Si puedes jugar todas las cartas de tu mano antes de la fase de Descarte, mejor para ti.

Otras Cosas que Puedes Hacer en tu Turno

Las cartas de Cuando Sea pueden jugarse sobre cualquier jugador en cualquier momento, a no ser que el texto de la carta lo prohíba específicamente.

Cosas que Puedes Hacer Cuando No Es tu Turno

1. De nuevo, las cartas de Cuando Sea pueden jugarse sobre cualquier jugador en cualquier momento, a no ser que el texto de la carta lo prohíba específicamente.

2. Jugar una carta de Tele para cancelar el Tiempo Libre de otro jugador (ver Cartas de Tele, más adelante).

Puntos de Vagueo

Si una Actividad proporciona un número de puntos de Vagueo variable, o si cualquier circunstancia cambia la cantidad de puntos de Vagueo de una carta haciendo que el valor impreso no sea ya el correcto, el propietario de la carta debe poner contadores de Vagueo (un garbanzo o moneda, vamos) sobre ella, uno por cada punto.

Ganar la Partida

El primer jugador en alcanzar o superar la Meta de Vagueo de su carta de Curro gana inmediatamente.

Reglas y Definiciones Adicionales

Cancelar: Las cartas que pueden cancelar otras cartas sólo afectan a la carta objetivo en el momento en el que está siendo jugada. Las cartas canceladas son descartadas. Si la carta era una Actividad, el Tiempo Libre usado para esa Actividad se pierde. Si alguien cancela una salida de Compras, todas las cartas de Cosas que el jugador intentaba comprar son devueltas a su mano.

viernes, 16 de julio de 2010

El ladrillazo del verano, en 'elmundo.es'

El periódico digital 'El Mundo' ha tenido una iniciativa graciosa de cara al verano. Coge a personajes conocidos (unos más que otros, todo hay que decirlo) y les someten a diez preguntas relacionadas con el mundo de la vivienda. Ya han hecho las entrevistas a Ramoncín y al humorista Joaquín Reyes, a las que seguirán ocho más para acabar con la sección el 7 de septiembre.




Os dejo el enlace directo para evitar que entréis en la portada y encontréis conspiraciones del 11-M o cosas por el estilo. A ver qué os parece, no es nada espectacular pero el diseño y la idea son buenas.

http://www.elmundo.es/especiales/2010/suvivienda/ladrillazo/joaquinreyes.html

jueves, 15 de julio de 2010

El éxito televisivo de una comunidad de vecinos

Aquí os dejo la colaboración de un amigo sobre la serie 'La que se avecina', la "continuación" de la famosa 'Aquí no hay quien viva'. Series de televisión sobre la vida en la comunidad de vecinos. Muy apropiada para estos periodos de la emancipación en los que empiezas a poner cara a tus vecinos y a convivir o a malvivir con ellos... Tengo que reconocer que no he seguido la serie pero la crítica de Rico me ha dejado con las ganas. Un post muy interesante para cuando tengáis unos minutos libres.


"La que se avecina: tan descabellado como en la vida real", por Rico (a.k.a Miguel del Pozo)

Es evidente que el "todo vale con tal de conseguir audiencia" es uno de los pilares fundamentales de casi todas las cadenas de televisión, pero en el caso de Telecinco forma el esqueleto entero desde su nacimiento. Hace veinte años eran las bailarinas con poca ropa (que nos animaron la más tierna infancia a algunos de nosotros) y los primeros "realities" los que formaban la mayor parte de la programación, luego siguieron por la rama de los "realities" a la vez que apostaron por dotar a la cadena de buenos informativos (no debió de dar buenos resultados, porque rápidamente volvieron a darle bombo a los sucesos y a los reportajes sensacionalistas de "investigación"), y actualmente parece una televisión destinada a las marujas, aunque también están intentando pillar un trozo del pastel deportivo, principalmente fútbol, pero también han adquirido los derechos del mundial de motociclismo para próximas temporadas.

El modo de conseguir ideas o caras nuevas para incorporar a la parrilla tiene semejanzas, salvando las distancias, al del Real Madrid: poca imaginación y mucho dinero. Si una presentadora tiene éxito en otra cadena, pues a intentar ficharla, y si se pone a tiro, directamente el programa entero. Algo así es lo que ocurrió con "Aquí no hay quien viva", serie que triunfó en Antena 3 durante bastantes temporadas, y que acabó con un "final abierto" pocos meses después de que se anunciase que Telecinco se había hecho con el "pack completo" de actores para reproducir la idea.

"Aquí no hay quien viva" era una serie que me gustaba bastante, una especie de "13, Rue del Percebe" de carne y hueso, dinámica y sencilla, sin pretender otra cosa que hacer pasar un buen rato al espectador. Telecinco la reprodujo como "La que se avecina", cambiando tanto la situación (de un edificio céntrico antiguo pasó a una urbanización de nueva construcción en las afueras) como el rol de los protagonistas, que eran casi los mismos que antes, pero interpretando papeles diferentes. Al principio no le presté ni la más mínima atención, quizá porque olía a refrito, quizá porque el botón "5" del mando a distancia es como el "7" de Telemadrid, que siempre me olvido de pulsarlo al hacer zapping.

Más de un año después de su estreno, por pura casualidad, vi que emitían un capítulo y me puse a verlo. Al principio reconozco que no le encontré demasiada gracia, pero la suficiente para volver a verlo una semana después. Y poco a poco, al ir conociendo a los personajes e incluso a identificarme con algunos de ellos, me fue enganchando, hasta el punto de tirar de "Series Yonkis" para ver todos los que me había perdido por mi indiferencia inicial hacia esta serie. Aunque parezca difícil, Telecinco por primera vez había conseguido comprar un buen producto y no estropearlo, sino mejorarlo aún más.

En la serie todos tienen un papel muy característico, lo que sería un "personaje" con todas las letras. No creo que el realismo sea una de las pretensiones de los guionistas, pero en una sociedad tan absurda como la nuestra, te das cuenta de que dichos personajes tan exageradamente estereotipados existen en casi cualquier comunidad de vecinos. Un presidente de comunidad intolerante y ridículamente retrógrado pero que a su vez se va de putas en cuanto surge la más mínima ocasión, un concejal de segundo nivel con una vida llena de desgracias porque decidió ser honrado y dialogante, un prejubilado que prefiere ver partidos de la liga turca de fútbol por televisión que salir de paseo con su mujer, una pareja de recién casados a los que sus suegras no les dejan vivir realmente independizados, unas jubiladas que entraron de okupas y acabaron consiguiendo el piso gratis, un matrimonio feliz y con hijos roto por los cuernos y la crisis, unas jóvenes atractivas que empiezan a tener problemas para ligar justo cuando buscan una pareja estable antes de que se les pase el arroz, un portero que parece tonto pero que se pasa el día fumando porros y tirándose a la devota mujer del presidente en su caravana sin que éste se entere... en fin, personajes que se complementan y chocan de tal manera que las historias den mucho juego. Quizá una de las claves del éxito resida en ser una serie coral, en la que todos y a la vez nadie tienen el papel protagonista.

En resumen, "independizarse" es una palabra que suena muy bien, pero al hacerlo no hay que olvidar que es muy probable que los nuevos vecinos pasarán a ser parte indirecta de nuestra nueva familia, bien sea por la naturaleza cotilla del ser humano, o porque los muros de papel de fumar hagan que el polvo que están echando los del piso de al lado suene tan cerca que te recuerde a los ruidos que escuchabas con diez años cuando te levantabas a mear en mitad de la noche. Ah, y si llevarse mal con un vecino no es nada conveniente porque te puede hacer la vida imposible, también hay que saber elegir con quién tienes un trato más cercano, porque puede acabar metiéndose en tu vida sin que tú quieras.

miércoles, 14 de julio de 2010

Que no cunda el pánico…

¡¡¡Acaban de abrir un chino al lado de casa!!!. Ya no hay nada de lo que preocuparse, ahora la independencia será mucho más fácil.


Iba ayer andando por la calle paralela a la casa y justo en la esquina, al lado de un parque para niños, estaba el inconfundible cartel de 'Alimentación'. Sólo faltaba comprobar si tras el mostrador me esperaba un hombre atento, de ojos rasgados, y grandes problemas para hablar y entender el idioma. No había duda, era él. La persona que llevo un mes esperando, quien me va a hacer la vida más fácil. Le pregunto por el horario de la tienda y se para a pensar (buena señal), la hora de apertura no la tiene del todo clara, el cierre sobre las 12 de la noche... de la de apuros que me va a sacar.

Junto al mostrador una gran nevera: Cervezas, pizzas, sandwiches... Chicos, estamos de enhorabuena. ¿Qué más puedo pedir?.

martes, 13 de julio de 2010

Páginas Amarillas: Muchas independencias a su espalda


Llego a casa a dejar la bebida que sobró de la fiesta (vaya vergüenza) y me encuentro junto a la puerta las Páginas Amarillas. Yo intentando que la casa no tuviera muchas cosas para que parezca más amplia y me plantan ese tocho. Por lo menos pesas no voy a necesitar el día que decida recuperar mi tono muscular... Aunque visto lo visto, acabará supliendo alguna pata coja u ocupando hueco en alguna estantería. Porque, aunque parezca mentina, me hace hasta ilusión y de momento no la tiraré. Uno no puede decir que se ha emancipado hasta que le llega su primera guía de Páginas Amarillas. La de emancipaciones que habrán empezado con un momento como éste. Toda la vida viéndolas por casa y, por primera vez, tengo la mía, aunque ahora que hay Internet hasta en el móvil parece algo ridículo... En cualquier caso, os comunicaré si algún día recurro a ella.

lunes, 12 de julio de 2010

Crónica de la mudanza

Resaca mundialista en el trabajo. Gente con caras de circunstancia, luchando por mantener los ojos abiertos contra la evidencia del destrozo físico. Mientras que yo escribo, de los 14 que nos juntamos ayer no doy un duro porque ninguno de ellos haya madrugado... a excepción de Alicia, que marchó a pasar unas semanas a su casa en Extremadura y Miguel que estará estudiando pese a salir de fiesta. Pero no me extraña, acabó siendo una paliza de día.

A las 10 de la mañana seis valientes me acompañaron a hacer la mudanza, junto con mis padres y mi tio. Vito llegaba de empalmada, otros un poco más frescos hasta que vieron el camión con los muebles y se les subieron los calores. "¡¡¡Con que dos sofás y cuatro muebles!!!" (dijo Dani). Tengo que reconocer que alguno más habría, tenían que ganarse la comida... Al final entre unas cosas y otras nos dió la una y media de la tarde. Sesión de bricomanía protagonizada por Otto, y Nandín planteándose dejar el gimnasio y meterse en una empresa de mudanzas. Mientras tanto, Miki sorprendió con su habilidad (hay que reconocer que se manejaba con destreza).


En el salón con los muebles que tocó subir


Con el espejo del baño


El dormitorio principal


Descansando tras el esfuerzo y el calor

Un par de barridos, varias bolsas de basura al contenedor y camino de la parcela de Caraquiz a pasar la tarde y a ver el partido. De seis pasamos a catorce personas para la frustrada barbacoa, que se retrasó hasta las cuatro y medio de la tarde porque un buen grupo de jóvenes universitarios necesitan la ayuda de mi abuelo para encender un fuego. Somos un desastre. Al final nadie se quedó con hambre y se pudo disfrutar de la piscina, el cesped, el ping pong y la cuantiosa bebida durante toda la tarde.

En este tiempo, Otto se caía de las sillas y mostraba su habilidad para guiar a otras personas que querían venir (finalmente desistieron, no me extraña) e incluso a mi mismo me invitaron definitivamente a unirme al grupo de los 'gordos', vaya tela, aunque tengo que decir que la culpa es del bañador.

LLega el partido y todos se enfundan sus camisetas de 'la Roja', cada cual con sus peculiaridades (Redvolution rules), y a sufrir. Unos más que otros. Entre el calor y los nervios, alguno casi se nos queda en el sitio (Ledo, no miro a nadie...) hasta acabar, tras el gol, en una orgía de hombres sudorosos sobre un minúsculo sofá. Después de esta desagradable imagen, un baño para celebrar el triunfo en el mundial y de vuelta a madrid para seguir festejando a base de cubatas.



Viendo el fútbol en el chalet


Abrazos sudorosos tras el gol

En definitiva, una jornada completa en la que la mudanza se convirtió en la mejor excusa para pasar un gran día entre colegas.

PD: Ahí va un vídeo que acredita la valía de Miki.


viernes, 9 de julio de 2010

Los muebles



Ya estoy de vuelta y, casi sin parar, este fin de semana toca mudanza de muebles. Las compras tendrán que esperar, como es lógico, pero con previsión ya guardé en el pueblo unos cuantos muebles de cuando mis tios decidieron amueblar su casa. Un par de sofás, alguna mesa, el somier de un dormitorio... Poca cosa, pero suficiente para ir tirando por el momento y más teniendo en cuenta que pronto vendrán a instalar la cocina (una vez que haya cerveza fría esto ya sí que será una casa de verdad).

El lunes colgaré la crónica de la mudanza. Lo que está claro es que los que van a cargar con los muebles no se pueden quejar con el plan de piscina, barbacoa y final del mundial que le sigue. Me tocará ir el sábado a por la comida y el refrigerio. Me gustaría haber invitado a más gente pero era un poco ridículo juntarse 15 personas para subir siete muebles y dos sofás.

Tengo que decir que los vídeos son gentileza de Alicia. La verdad es que están cachondos, a ver si se anima a hacer alguno más para próximas actualizaciones.