miércoles, 15 de septiembre de 2010

Primer año con casa, primer cumpleaños en hotel


No soy una persona 'convencional', nunca lo he sido, ni creo que quiera serlo. Y quizás incluso lo soy menos en todo lo que responde a celebraciones. No me gusta poner fechas a los momentos de alegría, prefiero que lleguen cuando quieran, aunque reconozco que a veces intento amoldarme porque entiendo que haya personas a quienes le importen estas cosas.

Este año paso mi 23 cumpleaños trabajando y divirtiéndome en Tarragona, en un Congreso de Responsabilidad Social de las Empresas que se celebra en Port Aventura y al que me manda Europa Press. Un “regalo” de cumpleaños original, aunque no lo hayan hecho con esa intención. La verdad es que siempre gusta tener nuevas experiencias y qué mejor que el periodismo para eso. He desayunado con Imanol Arias y los Objetivos de Desarrollo del Milenio, he comido en el AVE a dos asientos de Duran i Lleida y ceno en Tarragona, sin saber lo que me espera mañana.


Volviendo a los convencionalismos. Ya me desligue de los Reyes Magos, a los siete años, de la Navidad poco después y de la Nochevieja con los 16 (primero saliendo el día 1 de enero a las 5 de la mañana hacia Berlín y un par de años después en una duna del desierto del Sáhara, sin campanadas en la tele ni reloj en la muñeca). De los cumpleaños ni me acuerdo, lo reconozco, y el mío voy a tener que olvidarlo también, porque los años pasan muy rápido y ya cada vez me conservo un poco peor.

Por lo tanto, aprovecharé 'La Semana por la Independencia' para festejar mi natalicio, una semana después y matando dos pájaros de un tiro. En cualquier caso, y después de todo lo que he dicho, tengo que reconocer que la costumbre pesa y el año pasado ya pasé mi cumpleaños con la persona más especial. Intentó regalarme un día en el Parque de Atracciones, pero es un pelín torpe (las cosas como son, algo que le hace más especial si cabe, que aburrido sino) y el tícket era para las semanas anteriores.

Mañana me montaré en el Dragón Khan de Port Aventura recordando aquel día. Es una buena coincidencia, ¿verdad?, al final todo queda en su sitio, con convencionalismos o sin ellos.

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Edito la entrada para añadir mi primer regalo de cumpleaños, que, como no, es de la persona especial. ¡Qué más puedo pedir!.

2 comentarios:

A.Aradilla dijo...

bueno, la operación ''espíritu navideño '' casi funciona...

Unknown dijo...

Yo también quiero que me regalen tetas por mi cumpleaños!