Hoy os voy a poner algo que me ha conquistado. Unos muebles únicos, sostenibles y con una historia detrás. Yo soy de los que pienso que una casa hay que llenarla de experiencias. Está muy bien eso de tener los últimos muebles de diseño, sin embargo, es mucho mejor cuando puedes invitar a alguien a casa y contarle una anécdota de cada cosa que le enseñas.
Según cuenta la web Yorokobu.es, y como ya hemos contado en el blog, Occidente está afincado en la política del USAR Y TIRAR y en muchas ocasiones son los países pobres quienes pagan las consecuencias. Allí se descargan toneladas de residuos inservibles, convirtiéndose en el vertedero del mundo. Para contrarrestar esto, surge la teoría económica The Blue Economy, un modelo que promueve una economía inspirada en el reciclaje y en la reconversión de los objetos que ya son inútiles.
En este caso, la cosa va de barcas. En concreto, parte de la idea del diseñador Ramón Llonch, quien viajó a Dakar (Senegal) y se quedó sorprendido por el colorido y la geometría de las barcas que permanecían varadas en la orilla de la playa. Muchas pertenecían a pescadores que han tenido que dejar su oficio por culpa de la explotación sin control que hace occidente de las aguas africanas y que les ha llevado a la ruina, mientras que otras quizás hayan servido para que decenas de senegaleses intentases, sin éxito, llegar a Europa. Quién sabe.
Como una forma de dar un nuevo uso a estos cayucos, Llonch creó ARLANTIQUE. Habló con artesanos de la zona y les animó a unirse al proyecto. "Pocos saben tanto de reutilizar como los africanos. Allí no es una moda, es su día a día", explica. "Yo me ocupé de hacer el diseño pero ellos son los mejores combinando colores".
No se cual es el precio de estos muebles, pero puede merecer la pena. Aunque también es verdad que todo ésto tiene algo perverso, ya lo apunta Llonch, mientras que para nosotros no es más que una moda (un mueble de diseño del que contar historias como decía), para ellos es una realidad mucho más dura. En cualquier caso, puede que esto sirva para que todos aquellos pescadores que en otros países, como Somalia, han caído en la piratería al perder su empleo, encuentren una alternativa.
Fuente: http://www.yorokobu.es/
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