Hace poco más de un mes varios amigos me recomendaron un documental emitido por TVE: 'Comprar, tirar, comprar'. El argumento es demoledor y hace justicia al título del mismo. Sitúa la obsolescencia programada como el motor de la economía moderna y cuenta que desde principio del siglo XX se viene acortando de forma intencionada la vida de los objetos con el fin de obligar a la sociedad, de alguna forma, a remplazarlos constantemente.
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El reportaje (muy recomendable si tenéis un ratejo para culturizaros) es como para cabrearse. Por si fuera poco, esta semana lo he sufrido en mis propias carnes. Vamos, que es un momento idóneo para comentarlo... El pasado sábado la vitrocerámica de la cocina, que acabo de poner completa hace menos de un año y que aún estoy pagando, dejó de funcionar. Sin previo aviso, (¡qué poca consideración!), se le fue la luz y dejó de funcionar. ¿Cómo es posible si apenas le he dado uso?. De momento no tengo respuesta...
Llamo para ver cuál puede ser el problema y la respuesta es la habitual: "no se preocupe, aún está en garantía". Ahora espero la llamada de Fagor para que vengan los técnicos, les enseñaré la factura y a empezar de nuevo... Imagino que lo que para mí es un inconveniente ha servido para mover la economía (lo que buscan con todas estas historias), pero para mí no deja de ser una putada. ¿Qué pasa si no nos acojemos a los seguros o garantías que ofrecen las compañías?, ¿las cosas cuestan lo que pagamos por ellas o contemplan todas estas posibles situaciones para inflar las cifras?.
'Comprar, usar y tirar'. Te gastas una pasta en una cocina para que te dure toda la vida, como hicieron tus abuelos o tus padres. A los primeros parece que les funcionó, los segundos tuvieron más problemas y me temo que nosotros, por mucho que nos esforcemos, lo podemos ir dando por imposible. Parece que tenemos que asumir que todo lo que compramos va a dejar de funcionar, por desesperante que resulte.
Al final la solución se va a reducir a cruzar los dedos y esperar que se estropee lo más tarde posible. Yo, por si acaso, me lo aplico...
PD: Ayer vino el técnico de Fagor, cambió la consola interna de la placa y funcionó de nuevo. Si no es por la garantía, 150 euros. Nunca sabré por qué pasó... ¡Qué acabe ya la mala racha!. Me pinchan dos ruedas del coche, después esto y ayer me llegan dos multas por causas que aún desconozco. Ya está bien.
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