viernes, 27 de agosto de 2010

Ni tan cerca, ni tan lejos: El orígen de las favelas y la especulación en Brasil

ENTREGAS ANTERIORES:


Después de haberos introducido algo sobre la situación de la vivienda aquí en Brasil, esta semana os voy a intentar ubicar aún más en un tema donde realmente si hay una gran diferencia con España, con “el Imperio”. Me estoy refiriendo a la especulación inmobiliaria, acción que desgraciadamente ocurre en nuestro país pero que en este que me ha acogido es raro y peligroso de ver.

Raro por la cantidad de suelo que por aquí hay... Si en Brasil hay algo que sobra es suelo. Por tanto, esa imagen del típico personaje que tiene un terreno o un edificio viejo pero que no lo vende para que suba su valor aquí en el Brasil no se da. Y no se da por eso que comento: HAY MUCHO (Pero mucho) SUELO.

Claro que esta no es la única razón... Os preguntareis cómo es posible que habiendo tanto suelo y tantas personas (por lo tanto, tanta demanda) no exista especulación? Pues la respuesta es sencilla. Sencilla y “muy brasileña”... Y os la voy a intentar explicar.

Recordar que en Brasil viven casi doscientos millones de personas y que muchas de esas personas no tienen, por decirlo de una manera diplomática, “donde caerse muertos”, con lo que se conforman con cualquier cosa para poder vivir. Hubo un tiempo (no muy lejano) en el que si se permitía la especulación de terrenos y de edificios, con lo que se permitía, de facto, la especulación. Pero la explosión demográfica de Brasil (que ocurrió a mediados de los ochenta) provocó que millones de brasileños ni tuvieran casa ni, por supuesto, acceso a una vivienda digna... lo que generó un fenómeno muy curioso: la ocupación libre de terrenos.

Me explico: imaginaros un terreno, propiedad de un individuo, parado y con ánimo de hacer crecer su valor. Imaginaros también una familia del Nordeste de Brasil que emigra a São Paulo, a Rio de Janeiro o a cualquier ciudad. Imaginaros que esa familia no puede tener acceso a ningún techo... Terrible, verdad? Bien. Esa familia coge cuatro maderas y dos cartones y se instala en ese terreno (lo que en España se llama “chabola” y que aquí tiene otro nombre –que no es favela, sino “acampamento”-) bien... esa acción de acampamiento va a ser seguida, en menos de semanas, por otras familias que se van a ir instalando en ese mismo terreno, creando entonces, ahora si, una favela (que no es otra cosa que varias barracas o “acampamentos”). Esto, a mediados de los ochenta, trajo muchísimos quebraderos de cabeza a los diferentes gobiernos cariocas hasta que se creó una Ley, que es bastante curiosa y que merece la pena comentarla. Me estoy refiriendo a la LEY DE USUCAPION.


Esta ley, que está basada en la figura del derecho romano de la usucappio, no estipula otra cosa que el derecho de una persona a tener EN PROPIEDAD un terreno que esté usando para ser su domicilio en CINCO AÑOS. Dicho en cristiano y para que nos entendamos: Si esa familia del Nordeste y sus vecinos (las del ejemplo que os he puesto arriba) consigue estar en ese terreno sin ser expulsados más de cinco años, el terreno pasa a ser propiedad suya.

Por encima de entrar a valorar la justicia o no de esa ley, lo que es evidente es que frenar la especulación, lo que se dice frenar, si la ha frenado, además de traer “otros problemas”. Así, es bastante habitual aquí en Brasil ver, en mitad de terrenos en medio de la nada, “equipos de seguridad habitacional” (osea, vigilantes jurados con todoterrenos) para impedir el asentamiento de personas. Tambien es habitual ver, como contraprestación a eso, “invasiones organizadas” por movimientos de los llamados “sin tierra”, que ocupan zonas hasta que son expulsados, lo que produce muchas confusiones y problemas, ya que recordar que el plazo máximo es de cinco años...

Otro problema (y este de verdad es más serio) es que esos acampamentos cada vez se producen en sitios de riesgo (generalmente donde el monte –aquí llamado”morro”- tiende a desmoronarse en la época de lluvias lo que produce muchos desprendimientos y, desgraciadamente, muertes) o que esos acampamentos (ya denominados “favelas”) carecen de cualquier tipo de infraestructura mínima para ser humanamente habitables.


Llegados a este punto, creo que es interesante decir que las favelas se crearon así, sin ningún tipo de legislación y amparados en esa LEY DE OCUPACIÓN... El gobierno brasileño quitó la vista del tema y dejó que las personas se instalaran así, sin ningún tipo de control ni prevención, ya no sólo sobre la propiedad del terreno o de sus infraestructuras, sino también respeto a lo que dentro de ellas ocurría (de hecho, las favelas eran –ahora estan empezando a dejar de serlo- auténticos “reinos de Taifas” exentos de cualquier legislacón o normativa, lo que provocó el caos y los famosos problemas de seguridad que tiene este país)

Y entonces, llegó la luz... Con la llegada a la presidencia de Brasil de Fernando Henrique Cardoso se comenzó a intentar regular la situación de esos millones de personas (está claro: no todo el que vive en una favela es un bandido, al igual que no todo vasco va con metralleta...) y se empezó a llamar a las favelas, “comunidades”, con lo que se inició una etapa de dotación de infraestructuras a esas zonas. Fijaos la situación, que extraña... Esa gente pasó de vivir sin vivir en un agujero, a tener hasta luz, alcantarillado y calles asfaltadas... Esta es la forma brasileña de hacer las cosas. Se adecuo el desaguisado, se intentó amoldar lo ya hecho a esos “tiempos modernos”... Aún están en ello.

Y para los casos en los que no era posible adecuar infraestructuras (porque el lugar no lo permitía) se creó la CDHU (una especie de IVIMA) que construyó lo que aquí se llaman “Conjuntos Habitacionales” o “casas populares” que dotó a esas familias de una vivienda digna... Para que os hagais una idea, en los últimos cuatro años, el gobierno de Lula ha construido, sólo en el estado de São Paulo, más de dos millones de estas viviendas (ojo!!! Sólo de las llamadas populares... así que imaginaros el ritmo de construcción que se tiene en este país)


En fin, que espero haberos ubicado un poco más en este tema... Prometo dejar de ser tan coñazo en la próxima entrega, donde os comentaré las diferencias de infraestructura doméstica entre las viviendas españolas y las brasileñas y ahí, os lo garantizo, nos echaremos unas risas.

... Y todavía no he hablado de fútbol ni de garotas (que tambien lo haré, que para eso estamos en Brasil, joer)

*Las fotografías corresponden a una favela llamada ITAQUAQUECETUBA (vaya tela), que está próxima al aeropuerto internacional de São Paulo (Guarulhos) .

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