lunes, 4 de octubre de 2010

La gripe del ladrillo: EL EURIBOR


Como avancé hace un tiempo, ya he dado con un amigo que nos ayude con los temas económicos que puedan resultar un poco más pesados o densos, pero que acaban siendo fundamentales a la hora de afrontar un reto como el de la emancipación. Nandín (http://nandinescribe.blogspot.com/) será nuestro economista, quien intentará explicar, de forma que podamos medio entender, conceptos confusos con los que nos encontramos día a día, mediante el comentario de las noticias más importantes de la semana en el ámbito de la vivienda.

Para empezar, como no podía ser de otra forma, nos enfrentamos al Euribor. Adjunto la noticia, con una pequeña entradilla, y amplío a continuación con la intervención de Fernando. Espero que os despeje alguna duda. Que no todo pueden ser fiestas y cachondeo...

"Las hipotecas subirán poco a poco y cada mes a partir de agosto"


Punto de inflexión para las hipotecas. El Euribor a un año, la referencia hipotecaria mayoritaria en España, cerrará agosto previsiblemente en torno al 1,42%, nueve centésimas por encima del nivel de agosto de 2009 (1,334%). Será la primera vez desde noviembre de 2008 en que los que firmaron un crédito hace doce meses tendrán que pagar más -seis euros más esta vez- una vez que el banco ejecute la revisión. A quienes con lo que el indicador romperá la senda bajista de los últimos 21 meses y elevará las hipotecas por primera vez desde noviembre de 2008.

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ECONOMÍA SIMPLIFICADA, por NANDÍN

No salimos de la crisis, el paro todavía agarra a España por el cuello de las familias y las empresas no pueden despegar sin el consumo de las mismas.

Hasta hace bien poco habíamos olvidado el problemón que supuso para los españoles hipotecados la llegada de todos esos despidos tan apropiados cuando cada mes te ‘cascan’ una letra de 850 euros. Una vez la recesión se extendió por Europa el aclamado Euribor cayó, cayó y cayó más; y con él, las hipotecas se fueron abaratando hasta hacer desaparecer todas esas palabrotas de los telediarios (tipo de interés variable, hipotecas subprime, diferenciales, revisiones…). ¿Qué pasa ahora? pues que todo hijo de vecino está escapando de la crisis mientras que, nosotros, seguimos estancados y sin visos de brotes verdes salvo en los jardines de la Moncloa. Ay amigo, la sombra del Euribor se cierne sobre la península ibérica.

Ocurre que cuando firmamos una hipoteca, nos comprometemos a pagar a plazos todo el importe del piso que compramos, más unos intereses que amablemente nos clava el banco y sin fallar cada primero de mes. Pues bien, la mayoría de las veces el banco nos va a cobrar un interés que se calcula sumando al Euribor un porcentaje o diferencial que debemos negociar con ellos.

Para que nos entendamos todos, el Euribor es el tipo de interés que se cobran los bancos entre sí cuando se prestan dinero los unos a los otros y quien decide cuando sube o baja es un señor con mucho dinero y que sabe mucho de esto. Por eso, nuestros amiguetes de la sucursal nos tienen que subir un poquito ese tipo de interés.

Si mi muy mejor amigo me deja 10 euros a cambio de devolverle 11 dentro de un mes, pues engancho esos 10 euros, se los presto a mi menos mejor amigo a cambio de que me devuelva 12 dentro de un mes. ¡¡Equilicuá!! Tenemos un euro más que hace treinta días.

Multiplica eso por miles y miles de hipotecados y nos quedan los recientes patrocinios multimillonarios del Santander con la F1 y el BBVA con la NBA, por ejemplo.

Volvamos a la sombra. Decía yo que los diferentes países de la zona Euro están mejorando poco a poco, lo que significa que los señores del Banco Central van a empezar a subir paulatinamente los tipos de interés para evitar que suban los precios y aparezcan otras burbujas especulativas. El proceso por el cual se podría producir esto es largo de explicar, pero el caso es que cada mes la hipoteca se nos encarecerá unos euros. Esto no es una preocupación para estos países en ligero ascenso, pero pregunten al parado español si está de acuerdo con una letra que no deja de subir con cada revisión.

¡¡Jóvenes emancipados recientemente hipotecados del mundo!! Los grilletes que os acaban de poner os van a apretar cada vez más, pero no os preocupéis mucho que al banco les interesáis vivos. Ya en serio, manteniendo los ingresos mensuales habituales no debe suponer un problema un encarecimiento de la letra tan pequeño; pero para un futuro no muy lejano, aseguraos de concretar con vuestro banco un techo a partir del cual no ascienda más nuestro incansable compañero de fatigas, el Euribor.


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