viernes, 15 de octubre de 2010

La putada del despertador


Hay mucha gente que si le preguntaran por una cosa sin la cual no pudiera vivir, apuntaría al despertador. Este sencillo instrumento se ha convertido en una herramienta clave dentro de la sociedad actual basada en unas férreas rutinas, entre las que destaca el trabajo, y que nos obligan a ajustar al máximo nuestros horarios. Yo soy uno de esos.

Las 5:45 suena el despertador, aprieto posponer. Las 5:55, lo apago y enciendo la luz. Las 5:57, se abre el primer ojo para a las 6:00 apoyar el pié en el suelo (derecho o izquierdo, indistintamente), frotarme la cara, e ir a prepararme un zumo. Aqui cada maestrillo tiene su librillo y hay formas de despertarse para todos los gustos. Hay quien pone despertadores distribuidos por toda la habitación, los que se ponen música, los que prefieren radio, despertadores que se estampan contra la pared...

Os voy a presentar otra opción, una almohada que incorpora el despertador y que empieza a vibrar y emitir sonido cuando toca despertarse. Desconozco si es efectivo o no, pero es una iniciativa, cuanto menos, curiosa. Aquí os dejo las fotos para que os hagáis una idea de cómo es el invento en cuestión:





Sigo divagando. Me gusta dormir pero me autoimpongo un control: ¿Me lo merezco o no me lo merezco?, me pregunto. En verano me pongo el despertador, por ejemplo. Necesito sentir que estoy activo y que no pierdo el tiempo, siendo a veces casi obsesivo. Admiro a quienes se pueden tirar meses sin hacer cosas que la sociedad "impone" como "productivas". Alguno se dará por aludido...

En esta carrera que siempre tenemos por que el tiempo pase muy rápido o muy lento, según nos convenga, somos capaces de ajustar nuestro despertador media hora antes para levantarnos y, al final, perder esa media hora haciendo el idiota. Suena ridículo pero a todos nos ha pasado alguna vez. Después nos lamentamos y cuando decidimos ponernos al cometido por el cual nos habíamos despertado antes, resulta que estamos cansados.

No puedo cerrar la reflexión sin referirme a la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios en España. Hay asociaciones para todos los gustos, como las formas de despertarse, y esta no tiene desperdicio. Su presidente, Ignacio Buqueras y Bach, ha llegado a reclamar que se enseñe a los niños en las escuelas a racionalizar el tiempo y, además, asegura que "la mitad de los problemas de los españoles derivan del mal uso del tiempo". Es evidente que el tiempo es importante, sin embargo, quizás deberíamos pararlo más a menudo o cuando cambie la hora y ganemos una hora, hacer como que no nos hemos enterado.



(No es la mejor canción de la historia, pero encaja bien)

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