viernes, 29 de octubre de 2010

Ni tan cerca, ni tan lejos: Casas españolas VS cariocas

ENTREGAS ANTERIORES:




Lo primero, pediros disculpas a Sergio y a todos los que leeis este blog tan interesante por el retraso en la entrega de este tercer capítulo. La verdad es que he andado bastante liado por aquí, entre mi trabajo profesional y mi trabajo doméstico he tenido menos tiempo para mi que el guionista de la serie “Felipe y Letizia” en contrastar datos.


Bueno. Al tema... Hoy vamos a riernos. Soy consciente que en las dos primeras entregas os ubique y parecía un profesor de facultad o un directivo de marketing de una constructora. Pero hoy no. Hoy voy a intentar ser el Zapata en estado puro que (cosas de la génetica) gusta tanto por aquí.

El brasileño es un tipo casero... independientemente del lujo que pueda tener (y os aseguro que por estos lares si uno quiere ostentar, ostenta... ya escribiré algo y pondré fotos, porque en este blog, “si no hay fotos no vale nada”). Y este “caserismo” se produce a pesar de las enormes diferencias tecnológicas existentes entre las casas españolas y las cariocas.


Vamos con algunas...

ENERGIA ELECTRICA: Existe... con matices. Muchos de vosotros ni habíais nacido cuando en España toda la red iba por hilos de cobre unidos entre si por postes de madera (hasta los años 70 esto era lo habitual en el Imperio) Después, llegaron las torres de metal y los hilos reforzados y, en la actualidad, el soterramiento de los cables (hecho este que dificulta –aunque no imposibilita- las caidas de tensión y, por tanto, los cortes de suministro)

Bueno... pues en este santo pais, que os recuerdo que va a ser sede del próximo mundial de fútbol y de los Juegos Olímpicos de 2016, la situación es surrealista. Brasil es el tercer país más grande del mundo y tiene una población de casi 200 millones de habitantes y posee, posiblemente, una de las peores infraestructuras eléctricas del mundo. ¿La razón? Muy simple: el 98% del total de su territorio tiene como canal de distribución de luz el tradicional y vetusto poste de madera con cable de cobre y, con suerte, de acero, lo que provoca situaciones constantes de caidas de energía... Y aquí no hay ricos y pobres, afortunados o gafes. Si se va la luz, se va la luz para todos; para el que se ha gastado un pastizal en su casa o para el que vive en una mísera favela o “comunidade”.

Muchos sabeis que yo he trabajado mucho tiempo (de hecho lo sigo haciendo) en el sector inmobiliario... Y que incluso soy miembro de la plataforma SULICH (que se dedica a la aplicación tecnológica y a la sustentabilidad que abarate costes energéticos en las viviendas) Así que imaginaros mi reacción al ver esta situación en los primeros meses en los que me establecí aquí.

Y es que la situación es, cuando menos, esperpéntica... Imaginaros lo que llueve por aquí... Imaginaros los trechos de sierra, selva, pantanales o desiertos que hay por aquí... Imaginaros el poder de la naturaleza sobre esos tristes “postes de madera”... El resultado es obvio: La luz se va, de media, una o dos veces por mes. El proceso siempre es el mismo: cuando caen dos o tres gotas de lluvia tropical, la fuerza cae y el apagón se produce.

Yo, que vivo en un Condominio (lo que es una urbanización, para entendernos) llamo a la puerta de entrada y la respuesta es siempre la misma: “Já chamamos a empresa de energia ... Cabo quebrou um poste de luz e o poder será dentro de três a cinco horas.” (“Ya hemos llamado a la compañía eléctrica... Se ha roto un cable de un poste de luz y la energía será en un plazo de tres a cinco horas”.) Y no hay más que hacer... Bueno si, dos cosas: la primera joderte bien jodido y esperar esas horas (casi siempre más de cinco) y la segunda desenchufar todos los aparatos porque suelen fundirse. Resumiendo: todos los que viven aquí cuando empieza a llover se dedican a desenchufar teles, neveras, ordenadores... en fin, un circo.

De este circo sólo se salvan los privilegiados que viven en ese 2% restante donde los cables están soterrados (bajo tierra) o los que se gastan un dineral en poner paneles solares (lo que les da energía cuando la luz se va).

AGUA POTABLE: Otro caso más que curioso. En este país hay agua para parar trescientos mil trenes, pero la red de alcantarillado y de tratamiento de aguas (residuales o no) es tercer mundista. La consecuencia de esto es que o instalas un depurador en el grifo para beber o compras botellas de agua o pones la típica máquina de agua de oficina con esa botella de 10 litros... O te arriesgas a pillar una cagalera del catorce (lo que aquí se denomina “colica do caralho” o en México “Mal de Moztezuma”... en fin, que no me quiero poner escatológico)

Otras “aventuras”... La fuerza del agua que llega a las casas es igual que la intensidad defensiva de Sergio Rodríguez (un jugador del Madrid de basket, por si alguno no lo sabe), lo que acarrea “ciertas costumbres” a las que yo, por ejemplo, todavía no estoy aclimatado. ... Me explico: Cuando vas a cagar, ni se te ocurra tirar el papel higiénico al water porque el agua de la cadena no tiene fuerza suficiente para absorber el papel, lo que provoca que haya que darle al desastacador o llamar a un profesional que te cobra una pasta. Aquí la gente tiene, al lado del water, una papelera de esas de oficina donde se tira el papel usado y lleno de mierda... Es lo que hay.

¿Y para ducharse? El agua caliente sólo existe por energía eléctrica... No hay cañería de agua caliente. Aquí la gente para tomar un baño caliente pone un “chovero” (ducha) que se enchufa a la red eléctrica... Asi que si hay apagón tienes dos baños de agua fría (el cabreo por no tener luz y el tormento por no tener agua caliente).

Y otra anécdota... Si la parienta está duchándose y tu en el water, ni se te ocurra tirar de la cadena (eso si, después de tirar el papel con el truño a la papelera) porque como el agua no tiene fuerza, si tiras de la cadena se corta el agua de la ducha y si se corta el agua de la ducha, se queda sólo la energía eléctrica, y si se queda sólo la energía electrica, se puede fundir el “chovero”... Si, ya sé que es complicado... yo llevo aquí dos años y de vez en cuando, cuando me echo un tordo de aquella manera, me olvido del tema y escucho a la parienta berrear...

AISLAMIENTO TÉRMICO: Esto también es paradójico. En la amplia mayoría de los casos, en Brasil hace más frio dentro de casa que fuera... Y esto es así por varias razones: no hay calefacción central (es decir, no hay NI UN RADIADOR en toda la casa) y, os lo juro, las ventanas tienen sólo un cristal...que se corta en el epicentro de la ventana... la otra mitad es una placa –casi siempre de aluminio- que sirve de persiana (porque aquí la persiana enrollada de toda la vida ni la conocen). El resultado es obvio... aunque fuera haya 18 grados, la sensación térmica dentro es de 10... osea, te mueres de frío.

Creo que estos tres ejemplos son significativos de las diferencias entre España y Brasil... De todas formas y aprovechando la oportunidad que Sergio me da con este blog, yo os invito a que vengais y lo comprobeis vosotros mismos: YO PONGO LA CASA (con deficiencias tecnológicas pero casa al fin y al cabo) Y VOSOTROS OS PAGAIS EL BILLETE... La invitación es formal.

Un saludo.



P.D.: En la próxima entrega os hablaré del problema de la seguridad y de como se las ingenian por aquí para evitar ser asaltado y/o robado... Tampoco tiene desperdicio.

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