Hace varios años Madrid me agobió tanto que tuve que escapar a algún lado. Acabé en Londres, sin billete de vuelta.
Al final pasé casi tres semanas por allí (antes de volver al aeropuerto de Bilbao, donde pasé unos días), conociendo gente, dando vueltas por los parques, viendo museos y haciendo muchas fotos. Aún era verano y me encantaba ver cómo la gente se podía tirar horas en los miles de parques que tienen la ciudad.
Podían estar en familia, con los amigos, leyendo a solas o dormiendo sobre el cesped. Había situaciones tan curiosas que aproveché para hacer una serie de fotografía con la misma temática. Os pongo alguna de ellas:
En definitiva, lo llamativo es que la gente se comporta en estos parques como si estuviera en su propia casa y dejan unas imágenes muy llamativas que no pueden perderse entre la maleza.
1 comentario:
Ya te lo dije, estas fotos molan un puñao.
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