jueves, 2 de diciembre de 2010

LOS EXTRANJEROS Y EL 'STOCK' DE VIVIENDAS


"El Gobierno facilitará la compra de pisos por parte de extranjeros"
SERVIMEDIA: (VER ENLACE)

"Los ciudadanos extranjeros se animan a comprar casa ante la bajada de precios"
EUROPA PRESS: (VER ENLACE)


COMENTARIO DE NANDÍN. Vivienda barata, veremos por cuanto tiempo:

Qué jodío Alonso, me manda un par de links de una noticia insípida como otra cualquiera, y ahora tengo que sacar de mi verborrea barata un texto que merezca la pena y llame la atención. A ver, voy a releerlas por si se me escapa algo. Nada.

Me pongo a peinar el vasto terreno que nos brinda Google y me empiezan a surgir inquietudes sobre algo que hace cinco minutos ni siquiera me cuestionaba, más bien me la soplaba. Expertos fijan una delgada línea entre extranjeros residentes y no residentes, complican el asunto hasta concluir que el tema es más farragoso que sencillo, más escarpado que llano.

Cuándo una persona pasa de no residente a residente no es trivial, dicen. Y si el permiso de residencia es temporal, ¿cómo lo trato?; y si un familiar es residente y yo no, ¿cómo lo trato?. Si a nivel legal y judicial surgen dudas, imagina la veracidad de las estadísticas.

Fue lo primero en lo que me fijé puesto que el paro nos afecta a todos: altos, bajos, rojos, verdes, amarillos, españoles de apellidos acabados en z, inmigrantes hacinados en pocos metros e incluso a los blancos, a ellos también. Si cabe, podríamos pensar que al extranjero le puede perjudicar en mayor medida la destrucción de tantos puestos de trabajo en los últimos años. Entonces, ¿por qué diantres están comprando? ¿Quién les da las hipotecas? No entiendo nada. Estos tipos que alzan el mercado de la vivienda no trabajan aquí, estoy seguro.

Una vez entendido eso, tenía que encontrar algo que refrendase mi percepción, algo más allá de la poca nitidez del término residente. Y lo encontré.

En un DOCUMENTO sacado de la Secretaría de Vivienda, los datos aparecen diseccionados por provincias; y yo, que tampoco soy una lumbrera, pensé que los lugares donde los inmigrantes serían más cuantiosos y tendrían más poder de compra serían Madrid y Barcelona. Nada más lejos de la realidad.

Resulta que casi el 75% de estas adquisiciones se realizan en (colocadas de mayor a menor) Comunitat Valenciana, Andalucía, Cataluña y Canarias. ¿Un denominador común? Dos: sol y playa.

El precio de la vivienda está cayendo a marchas forzadas después de haberse resistido durante mucho tiempo pese a lo que cabía esperar tras la burbuja. Además, los bancos restringen el crédito y prácticamente nadie está por la labor de arriesgar tanto cuando el mercado del alquiler también empieza a ser más accesible.

El extranjero acomodado, con empleo estable en su país, compra piso de segunda mano en la costa española a un precio impensable hace un lustro. Es una ganga, lo mantiene arrendado diez u once meses al año y en Agosto viene de vacaciones a un piso de su propiedad y a una zona turística. Recupera la inversión en apenas 20 años y durante todos ellos veranea en su propia casa.

El gobierno es consciente de ello, pero el stock de vivienda libre que existe en el mercado no es sostenible si queremos crecer en los próximos años, este empujoncito que pretende José Blanco hará más atractivo para el foráneo la compra en España; lugar que ya de por sí gusta a británicos, alemanes y holandeses. La cara fea del asunto es que con estos repuntes la oferta de vivienda va a caer y, así, los precios al menos se mantendrán para poco a poco ascender.

Es una vieja figura, el inversor extranjero que aprovecha los territorios en crisis para llevar a cabo sus especulaciones. Yo, si tuviera un “dinerillo” ahorrado, esperaría en 2011 una caída fulgurante de los precios en Grecia para comprarme un bonito apartamento cerca de alguno de sus lugares más emblemáticos.

¿Verborrea barata o verdad? No lo sé ni yo.

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