¿UN PUEBLO SIN HIPOTECAS?

Marinaleda: La utopía de un pueblo sin hipotecas.

Muchos ya habréis oído hablar de este pequeño pueblo, de unos 3.000 habitantes, ubicado en la ciudad de Sevilla y que tiene por alcalde a Juan Manuel Sánchez Gordillo, que ha sido durante toda la historia de Marinaleda su cabeza visible. Hace 30 años, los jornaleros emprendieron una revolución pacífica para reivindicar los terrenos de un noble de la zona, el Duque del Infantado, consiguiendo expropiar hasta 1.200 hectáreas que hoy, preparadas para el cultivo, dan trabajo a buena parte de los habitantes del pueblo funcionando como cooperativa.

Oficialmente no hay desempleo y todos cobran lo mismo, algo más de 1.000 euros. En lo que respecta a la vivienda, cualquier residente (después de haber pasado algunos años en la zona) puede construir su propia casa de 90 metros cuadrados pagando únicamente los materiales y una renta vitalicia de 15 euros al mes. Además, podrán contar con la ayuda de albañiles profesionales. Y no hay policia…

Hay sectores críticos, que se quejan de las ayudas que recibe el municipio, según ellos superiores a las de cualquier otro pueblo del país. Sin embargo, algo de culpa tendrán los responsables de estas políticas que han supuesto un aumento importante de las garantías sociales de sus vecinos.

Desde mi punto de vista, Marinaleda no es más que la demostración del fracaso de la sociedad capitalista y el ejemplo de que las cosas se pueden hacer de una forma diferente. Las casas que compramos no valen lo que pagamos, por poner el ejemplo más claro. Es verdad que no se puede comparar un pueblo de 3.000 habitantes con un país de ‘no se cuantos’ millones, pero ahí queda eso. Al menos deja abierta una puerta a la reflexión.

El documental está dividido en cuatro partes, pero en los primeros minutos hacen un gran resumen de la historia y situación actual de este pueblo sevillano.

Os adjunto también un artículo que dedicó el New York Times a Marinaleda en mayo de 2009, en plena crisis mundial.

ENLACE NY TIMES: ‘Un pueblo sin paro y sin hipotecas’.

Disfrutad del puente, pese a la lluvia y a los controladores.