Durante este año la redacción de Europa Press ha sido mi segunda casa, sólo falta que me pongan una cama. Me paso más tiempo aquí que en ningún otro sitio. Desde las 7 de la mañana hasta las 15 horas. Es un buen horario si uno vuelve a casa a echarte una siesta y a disfrutar de un poco de tiempo libre. Sin embargo, la realidad es distinta y tras comer salgo pitando a la universidad y hasta la noche no llego de nuevo al piso de mis padres. Y eso si no paso antes a ver a algún amigo...
Hoy me toca curso de fotografía, que nos han dado una cámara a cada uno para convertirnos en trabajadores 2.0, de esos que toman notas en las ruedas de prensa, graban las declaraciones y, a la vez, sacan la foto. Quizás hubiese sido mejor que nos regalasen otro brazo... En cualquier caso, ya voy practicando y aquí está la primera foto con la Canon PowerShot S95 (una buena cámara, todo hay que decirlo).
Al menos, me han tocado unos buenos compañeros de piso y buenos vecinos de otras secciones (aunque en la foto, a las 7.30 de la mañana, parece que son un joven solitario). No me puedo quejar.
Ahora lo primero viene a ser acabar la dichosa carrera. Después de tres años haciéndo prácticas y viendo cómo las clases no hacen más que repetir una y otra vez el mismo temario, ya va siendo hora de afrontar la recta final.
El 20 de mayo ya seré oficialmente periodista... qué cosa más ridícula, ¿no?. Y no lo digo porque aún no haya hecho los exámenes de junio, ni porque la mitad de los que ejercen como tal, no tengan el título. ¿Es que no era ya periodista?. Periodista 2.0, por cierto, que ya me bajo al curso...
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