Vuelven las historias del Hikikomori oficial del blog con la tercera entrega. Hoy nos va a contar cómo se puede llegar a ser mileurista sin salir de casa, aprovechando las horas muertas que pasa delante del ordenador y sin necesidad de renunciar a sus hábitos sociópatas.
CAPÍTULO III: TRABAJO DESDE CASA, por Vedia
El día ha llegado. Y mi terapeuta me ha obligado a abrir mi alma de nuevo y compartir con vosotros mis oscuros secretos de sociópata superdotado que vive aislado en su microcosmos con cédula de habitabilidad expedida por el mismísimo Diógenes.
En anteriores entregas, presenté mi enfermedad con orgullo y os dispuse unas pautas básicas para sobrevivir gracias a Internet y su inabarcable versatilidad para concederte casi cualquier placer necesario (vaginas en lata aparte).
En el capítulo de hoy hablaré de cómo se puede trabajar (o técnicamente ganar dinero) siendo un Hikikomori de manual y un fotofóbico enfermizo. No estoy autorizado a hacer públicos los dos proyectos en Internet en los que estoy involucrado (no son pornográficos sino lúdico-festivos), pero sí debo reconocer que con unos pocos conocimientos técnicos, mucho tiempo libre y ningún escrúpulo, se pueden monetizar todas esas horas muertas que pasamos frente al ordenador.
La mayor ventaja es la libertad absoluta de horarios. Podemos contemplar nuestros genitales desnudos a cualquier hora mientras completamos las tareas diarias junto a una buena cerveza y música de fondo. Tengo que informaros amigos que el trabajo desde casa puede parecer monótono o tedioso, pero pensad que la alternativa es salir a la calle, sufrir atascos y contaminación, aguantar a compañeros ineptos o a jefes sátrapas.
El maravilloso mundo del póker es una opción a tener en cuenta, sobre todo si tenéis algún conocimiento de matemáticas y probabilidad, ya que este juego/deporte ha sufrido un boom en España y ahora hay más novatos (el término en el argot del póker es "pescados" o "fishes") que nunca, y si juegas con cabeza, es muy posible que en unos meses de intensa dedicación, acabes siendo mileurista sin muchas complicaciones.
Debes plantearte este reto como si fuera un trabajo más, con un horario preestablecido que hay que cumplir sí o sí. Puedes comenzar por dos horas diarias, pero si quieres pasar a ganar a "shit-ton of money" (que dirían los Yankis) necesitas una dedicación de al menos 5 horas diarias. Esto es una carrera de fondo, no pretendas hacerte rico en una semana. La mejor opción es aprovechar los bonos regalo que todas las webs ofrecen, y donde directamente comienzas con 100 dólares reales en tu cuenta (que te exigen jugarlos en un tiempo determinado).
¿Cuál es el mayor error de aquellos que comienzan en esto? Una sola palabra: Impaciencia. Ellos no son capaces de esperar 50 manos sin intervenir en el juego porque no le entran buenas cartas, con lo que al final toman riesgos innecesarios y pierden (para regocijo de nosotros los maestros). ¿Cuál es el éxito de los que llevamos años lucrándonos con la ignorancia matemática de la masa imberbe y adormecida? Tres palabras: Rango de manos. Esto significa que debes ser muy disciplinado a la hora de decidir cuándo jugamos y con qué agresividad jugamos.
Una variante de esto, si careces de escrúpulos, se produce cuando invitas gentilmente a tus amigos a casa, con la excusa de alimentarlos con zumo de cebada en cantidades industriales y obnubilarlos poniendo en tu plasma de 50 pulgadas un insulso partido de balompié entre jugadores millonarios sin el graduado escolar y amantes del sexo sin compromiso en bares de alta alcurnia.
La primera vez que tus amigos vengan a casa, insiste en que para disfrutar plenamente del juego, deben apostarse algo, lo mínimo para que ellos no intuyan que fluye sangre de tahúr por tus venas (un par de euros por persona está bien). Y procura no ganar siempre, claro. Cuando hayas tenido dos o tres veladas como esta, habrá conseguido enganchar como mínimo a un par de ilusos en esta vorágine de tríos y dobles parejas.
Ahora es cuando debes atacar sin piedad, no hay sitio para débiles. Convence a estos amigos para que vengan a casa más asiduamente y que apuesten mayores cantidades cada vez. Vas a perder a dos amigos, pero vas a ganar un jugoso fajo de billetes con el que alimentar tu ego y tu mala conciencia.
De vuelta al mundo virtual del juego en ordenador, la clave como dije era la paciencia. No te desesperes al comenzar en niveles donde en cada mano te juegues dos o tres céntimos de euro. No pienses en las cantidades, piensa en ganar todas las manos en las que te involucres. Y sobre todo debes ejercitar la agilidad mental para poder estar en cinco o seis mesas al mismo tiempo, y tomar cientos de decisiones por minuto. Ahora coge esos pocos céntimos que antes te parecían nimios, multiplícalos por cinco mesas, y esto a su vez por unas 100 manos a la hora durante cinco horas. Te aseguro que el resultado no falla; tendrás un buen sueldo a final de mes, si juegas con cabeza y sin excesivas pretensiones.
Tampoco nos olvidemos de San Google, porque puedes aprender de ellos y de su servicio de publicidad (adsense) para conseguir otro par de cientos de euros al mes, que a un estudiante ávido de vicios le puede venir muy bien. Puedes crear varios foros temáticos, o webs comerciales de noticias diarias….y con un poco de promoción y algo de suerte, el dinero llegará a vuestras cuentas de Paypal en poco tiempo.
Con todo esto encima de la mesa, las ventajas de ser tu propio jefe son muchas. Y si convives con el handicap que supone ser estudiante y tener horarios rarunos, debes plantearte muy en serio estas opciones para llenarte los bolsillos a fin de mes, sin tener que despegar tu flácido y celulítico culo de la cama siquiera.
Hasta siempre amigos. Viva el Fary.
Para ver toda la serie recopilada, pinchad en el siguiente ENLACE
No hay comentarios:
Publicar un comentario